Sede Canónica

 


Capilla de la Santa Cruz del Rodeo y Ntra. Sra. del Carmen (1646)

El templo donde reside canónicamente esta hermandad es la Capilla de la Santa Cruz del Rodeo y Nuestra Señora del Carmen, sita al comienzo de la calle Calatrava.

Dicha capilla es motivo de una popular leyenda sevillana que narra la muerte de un joven conde de la casa de Medinaceli  apuñalado en una reyerta a los pies de la Cruz del Rodeo. Los hechos que desencadenaron aquella disputa son variados y aún más legendarios que la propia historia. En lo que coinciden todos los cronistas de la época, es que aquel suceso tuvo lugar el domingo 15 de mayo de 1639, y que los familiares del joven, doloridos, mandaron construir una capilla en el lugar para decir misa en su honor. Este templo fue dedicado a las Ánimas Benditas del Purgatorio y a la Santísima Virgen del Carmen, por ser esta advocación patrona de los difuntos. Algunos carmelitas piensan que la advocación del Carmen pudo tomar fuerza para el título del templo por la cercanía de la Cruz del Rodeo al convento de carmelitas de clausura de la Encarnación de Belén, situado al final de la Alameda.

Lo verdaderamente cierto es que el templo fue levantado como ermita a la Santísima Cruz del Rodeo en 1646, situándose en los extramuros de la ciudad, cuya edificación fue costeada por los hermanos y fieles de esta hermandad, siendo por tanto, propiedad de la misma. Según consta en actas, en el altar mayor se veneraba la Santísima Cruz del Rodeo, pero no se especifica si era la original que estuvo siglos anteriores a la intemperie, o una réplica de la misma. En estas actas no se nombra a la advocación del Carmen, y el templo quedó registrado en el arzobispado como ‘Ermita de la Cruz del Rodeo’.

El tiempo ha modificado profundamente el templo, que en un primer momento constaba de una pequeña nave casi cuadrada con cubierta inclinada a dos aguas. Esta nave fue ampliada para aumentar su longitud hasta en dos ocasiones en los siglos posteriores retranqueado el altar mayor y creando un presbiterio separado con una reja de forja. Para mayor actividad, se incluyeron unas dependencias interiores que hoy día conforman la sacristía y casa de hermandad, en donde se localiza desde entonces un pozo que hasta el siglo pasado abasteció de agua potable al vecindario.

Además de estas ampliaciones, la ermita sufrió otras modificaciones como la construcción del campanario en 1754, al que se accedía mediante una escalera vertical de singular diseño que aún se conserva sin ninguna funcionalidad más que la de patrimonio por la originalidad de su forma, o la reforma de la puerta principal, que actualmente es rectangular y en otros tiempos su terminación fue curva. En la última reforma de principios de este siglo, se añadieron cuatro ventanas en la fachada lateral para mejorar la ventilación del templo.

Pero no solo mejoras y ampliaciones han sido los motivos que han promovido obras en el templo, pues el paso del tiempo ha sido muy cruel con esta humilde capilla, que se ha visto castigada en numerosas ocasiones por el deterioro natural de los monumentos y especialmente por inundaciones, que han llegado a provocar importante desastre, como ocurriera en noviembre de 1961, cuando el agua alcanzó metro y cuarto de altura, deteriorando la estructura y provocando el hundimiento de la fachada, campanario y parte de la techumbre.

Tras siglos de historia, penurias, esfuerzos y numerosas restauraciones, actualmente el templo aún no ha perdido el carácter de ermita aunque  es conocido popularmente como ‘Capilla del Carmen’ o ‘Capilla de Calatrava’. Su última restauración tuvo lugar en 2001, encargándose de la misma la Delegación de Urbanismo de Sevilla, y tras esta, el templo quedó configurado con una sola nave con cubierta a dos aguas y dependencias interiores en uno de los laterales. Consta de cinco altares y el presbiterio presenta cúpula sobre pechinas en las que aparece el escudo de la orden del Monte Carmelo con hermosos frescos a su alrededor y de la que pende una lámpara de cristal con más de veinte luces. En el exterior existe desde 1959 un retablo cerámico que representa a la Santísima Virgen del Carmen.

En el retablo mayor es de cerámica y sin apenas relieve realizado por D. Francisco García Chaparro en el año 2000 y en él se venera en un camarín a la Santísima Virgen del Carmen. Presenta una hornacina central con columnas pareadas a ambos lados que sostienen un frontón triangular. El anterior a este, y que tristemente tuvo que ser eliminado en la última restauración, presentaba un estilo barroco con sencillas labores de talla policromado en blanco con algunos detalles dorados. Constaba además de dos óleos, uno a cada lado de la Virgen, que representaban a Santa Teresa y San Antonio.

Desde hace décadas, reciben veneración en la capilla otras imágenes de importante valía artística y antigüedad, las cuales gozaban de retablos similares al anterior descrito, perdidos también a final del siglo XX. Actualmente, se han realizado mesas de altares tapizadas en damasco para estas imágenes, que son:
-    Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Imagen no documentada que mide 1,12 m. Guarda una importante similitud con el Santísimo Cristo de la Fundación de la hermandad de los Negritos que fue realizado por Andrés de Ocampo.
-    Virgen dolorosa.  Arrodillada con las manos entrelazadas de tamaño académico, mide 52 cm. Es atribuida a Cristóbal Ramos, en torno a 1772, por parecer el boceto de la Virgen de las Aguas de la hermandad del Museo, con la que guarda asombroso parecido.
-    San José. Sedente, también de 52 cm., atribuido a Cristóbal Ramos.
-    Divina Pastora. Efigie de reducido tamaño. Es antigua y luce sobre risco en una vitrina. Restaurada en 2011 por Dña. Ángeles Urías Álvarez.
-    Virgen de Gracia. Imagen fernandina que ha sufrido numerosos y malos repites. Mide 1,48 m. Actualmente en restauración.
-    Inmaculada Concepción. Mide 1,20 m. Es antigua, pero malamente conservada. Se encuentra actualmente en restauración.

Completa el patrimonio del templo catorce escenas pictóricas del Vía+Crucis, restauradas en 2010 por Dña. Ángeles Urías Álvarez, y una vitrina de gran tamañao para la exposición permanente del paso procesional de la Santísima Virgen del Carmen, bendecida en 2010.

 Cristo de la Buena Muerte Dolorosa arrodillada (s.XVIII) Altar mayor. Virgen del Carmen  Retablo exterior (1959)

Real, Ilustre, Fervorosa y Antigua Hermandad de la Santa Cruz del Rodeo y Nuestra Señora del Carmen
C/ Estrellita castro, nš 2. 41002 - Sevilla // hermandad@carmendecalatrava.com